25 nov 2009

LA NEUROLOGÍA Y EL APRENDIZAJE TEMPRANO




La neurología asiste a una revolución tecnológica que permite ahondar en los conocimientos que se tienen acerca del cerebro y de su funcionamiento. Es en este órgano donde ocurren biológicamente los procesos de aprendizaje, neurólogos, pediatras, médicos escolares, psicólogos, pedagogos y educadores deberán trabajar conjuntamente para completar el rompecabezas que implica el fenómeno educativo. Las investigaciones neurológicas más recientes ya han permitido avalar las ventajas del aprendizaje temprano.


¿Qué pueden aportar la neurología evolutiva, la neurología pediátrica y la neuropsiquiatría a los aprendizajes de los niños? Los últimos avances tecnológicos en estas tres ramas médicas permiten cada vez más explicar cuestiones educativas que hasta ahora sólo abordaban disciplinas como la pedagogía o la psicología.

Si queremos comprender un proceso de aprendizaje y nos fijamos sólo en los contenidos, la metodología y en la evaluación estamos dejando en evidencia lo que es primordial en el fenómeno educativo de cualquier índole: cómo se integran esos conceptos en el sistema nervioso central, en el cerebro sobre todo, y más concretamente en la corteza cerebral.


La neurología, tradicionalmente preocupada por los problemas clínicos, ha desarrollado a lo largo de esta última década pruebas como la RMN (Resonancia Magnético Nuclear), la TAC (Tomografía Axial Computerizada) y sobre todo la TEP (Tomografía con Emisión de Positrones). Este tipo de exámenes está consiguiendo cartografiar el cerebro hasta tal punto que podremos fotografiar el pensamiento y explicar científicamente las emociones, los recuerdos y en general las conductas.


Hasta el día de hoy han predominado las teorías que afirmaban que el aula, los padres y el entorno social son las claves de todo proceso de aprendizaje. También está muy extendida la opinión según la cual no hay que precipitarse en los procesos de aprendizaje, es decir, que todo aprendizaje debe condicionarse a la madurez del niño. Así, a título de ejemplo, sería contraproducente que un niño lea a la edad de cuatro o cinco años.

Sin embargo, lo que se desprende de las primeras conclusiones de estudios neurológicos no apunta en esta dirección. Nacemos con un número y disposición de neuronas, determinados genéticamente en parte pero también potencialmente modificables (susceptibles de plasticidad) en función de los estímulos que aportemos en los primeros años de la vida, sobre todo los cuatro primeros. Por tanto, si enseño a mi hijo el concepto de color rojo provoco una sinapsis (unión) neurona a neurona. Si este estímulo se repite, la conexión perdura y es útil de por vida. Este tipo de estímulo debe ocurrir lo más tempranamente posible.

Tenemos que asumir este cambio profundo del concepto de educación e interesarnos por todas estas cuestiones a las que, afortunadamente, atienden cada vez más medios e instituciones.

En PAF CENTRO NEUROPSICOLOGICO nuestra atención no sólo se dirige a las áreas de desarrollo cognitivas (de conocimiento), sino también de psicomotricidad (habilidades corporales), de lenguaje (vocabulario y dicción) y de socialización (juegos, comportamiento en casa y en la calle…).

Permítale a su hijo el desarrollo de las habilites necesarias para lograr un mayor potencial de aprendizaje y asegúrele un mayor bienestar y una mejor calidad de vida. En PAF CENTRO NEUROPSICOLOGICO lo podemos ayudar.

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