29 mar 2010

LECTURA , MADURACIÓN CEREBRAL Y ESTIMULACIÓN TEMPRANA.


Desde su nacimiento, los niños aprenden a leer emociones, símbolos e imágenes a su alrededor.  La estimulación temprana a la lectura empieza  antes de lo que pensamos. Se  ha demostrado que uno de los primeros pasos a los 6 meses  es comenzar a reconocer ilustraciones y dibujos en los libros. A los 18 meses, los niños descubren que cada cosa a su alrededor tiene un nombre.

Esta estimulación temprana  ofrece conceptos básicos sobre sintaxis y relaciones temporo-espaciales.


Sin embargo, en la estimulación temprana enseñamos a los niños a leer desde que son bebés. Lo que hacemos es ofrecer información escrita al niño, al igual que se la damos oral. Es lo que se llama "lectura global", y en ésta se muestra al niño una palabra entera mientras se lee la palabra al mismo tiempo. Son estímulos visuales (la palabra escrita) acompañados de estímulos auditivos (la palabra pronunciada a la vez). Los niños pequeños, menores de 6 años, tienden a ver la palabra como un todo, como una imagen. No se fijan en las letras que se combinan dentro de la misma como lo harían los niños de primaria.

En los programas de lectura  dentro de la maduracion  nunca se le pide al niño nada, no se le examina ni presiona.

Si a un bebé se le enseñara la palabra “mesa” por ejemplo, tantas veces como la oye a la vez que se le muestra lo que es una mesa, la recordaría mucho antes en su formato escrito puesto que nuestra memoria visual es normalmente mejor que la auditiva.

Todo esto tiene una explicación científica…

El cerebro del niño pequeño, menor de 5 ó 6 años, cuando aún no está organizado en sus funciones hemisféricas (el niño aún no se ha lateralizado, no es áun diestro o zurdo), domina el hemisferio derecho en los aprendizajes y en la percepción de lo que le rodea. El hemisferio derecho ve más el conjunto de las cosas, sin llegar a ver cada parte que las compone pues es menos analítico que el hemisferio izquierdo. Por eso el niño pequeño ve una palabra como un todo, igual que cuando la oye. Por esto  en PAF CENTRO NEUROPSICOLOGICO les enseñamos a leer con la lectura global (les enseñamos palabras enteras, no la "m" con la "e" es "me" y la “s” con la “a” es “sa”):
Al cumplir los seis años más o menos, el niño ya está lateralizado, distingue izquierda y derecha y puede leer en una sola dirección y escribir en la misma también. Es el momento de aprender a leer y escribir de la forma tradicional (la "m" con la "a" es "ma").

A partir de los seis años ya no aprende igual de forma global pues nuestro hemisferio izquierdo domina en su afán por analizar toda la información, el niño ya no verá una palabra, sino un conjunto de letras sucesivas. Aquí es cuando comienza el silabeo. Éste es necesario al aprender a leer de forma tradicional y al ver y leer por primera vez palabras desconocidas. Pero si el niño tiene facilidad para la lectura y está familiarizado con ella, pasará por la etapa del silabeo con facilidad y rapidez.

Cuando ambos hemisferios colaboran en el trabajo de la lectura es cuando además de ver cada letra que compone la palabra, vemos la palabra en sí como una unidad, y podemos leerla con seguridad y la velocidad necesaria, sin silabear.


IMPORTANCIA DE LA PRELECTURA

Todos los instantes de prelectura son muy importantes. Estudios en EE.UU. demuestran que un niño de 5 años que no ha tenido un ambiente adecuado, puede llegar a tener una desventaja de aproximadamente 3 000 mil palabras de vocabulario frente niños que han tenido un ambiente propicio para la lectura.

Al no tener bases firmes de prelectura, los niños pueden estar en desventaja en la escuela. La lectura es un factor muy importante, dado que mucho de lo que se aprende en ciencias naturales, ciencias sociales, matemática, lenguaje...  se aprende a través de la lectura.

Existen varios beneficios cuando los padres realizan ejercicios de prelectura con sus hijos. Por ejemplo, la lectura es un buen camino para crear vínculos afectivos.

El hacer de la lectura una rutina diaria, puede significar que los padres inviertan en relaciones sanas con sus hijos.

La lectura también puede ser usada en la etapa preescolar como metodología de comunicación entre padres e hijos.

Los niños en esta etapa inicial necesitan de guía para aprender valores y comportamientos adecuados. Por ejemplo, para enseñar a los niños el valor de la honestidad se puede utilizar un cuento.
Consúltenos, en PAF CENTRO NEUROPSICOLOGICO, contamos con un grupo de profesionales dedicados a la investigación sobre aprendizaje temprano.  


20 mar 2010

Atención Temprana de las dificultades de aprendizaje

En las primeras etapas evolutivas, los niños adquieren destrezas y conocimientos que constituyen la base sobre la que podrán llevar a cabo aprendizajes escolares como la lectura, la escritura y las matemáticas. La presencia de dificultades de aprendizaje en la etapa infantil puede afectar al desarrollo de estas habilidades académicas en el período de la escolarización obligatoria.


 Ya en los primeros años hay niños que manifiestan dificultades para el aprendizaje. Las dificultades tempranas de aprendizaje hacen referencia de manera específica a aquellas que se dan en el período comprendido entre el nacimiento y los seis años, y que limitan las posibilidades de alcanzar las destrezas y los conocimientos propios de la etapa infantil. Se correlacionan con dificultades ligadas a la cognición, a los procesos de la atención, la percepción y la memoria, a las habilidades lingüísticas de carácter comprensivo y expresivo, y al procesamiento visuoespacial. En su etiología se pueden encontrar factores neuropsicológicos, de los propios procesos de aprendizaje, sociales y culturales.


 El diagnóstico precoz se realizará siguiendo un modelo interdisciplinar mediante escalas de desarrollo, pruebas psicométricas y seguimiento neuroevolutivo. La intervención se llevará a cabo en el ámbito médico, social, educativo y familiar, y se incidirá sobre los aspectos que propicien la maduración, el desarrollo y los aprendizajes curriculares. 


 La nueva coyuntura socioeducativa hace necesario atender las dificultades tempranas de aprendizaje en la educación infantil. La prevención y la atención temprana ofrecen criterios y estrategias para abordarlas adecuadamente. En PAF CENTRO NEUROPSICOLOGICO, podemos ayudarlos y orientarlos, consúltenos.

18 mar 2010

Diferencias entre Crecimiento y Desarrollo




La infancia es un periodo biológico evolutivo del ser humano de extraordinaria importancia, que va a condicionar el resto de su vida, sobre todo porque es en este momento cuando sufre mayores cambios en cuanto a crecimiento y desarrollo.

El crecimiento

El término crecimiento se utiliza corrientemente como expresión del aumento de talla, que viene determinado por el incremento diferencial de cabeza, tronco y huesos largos de las piernas. El aumento de talla, sin embargo, no es más que una faceta del crecimiento. Dentro de este concepto hay que incluir también el aumento de masa corporal y el crecimiento de todos los órganos y sistemas.

El desarrollo

El crecimiento y la maduración somática, psicológica y social es lo que constituye el desarrollo, característica de la infancia.
Este desarrollo depende de factores intrínsecos (dotación genética del individuo) y de factores extrínsecos (alimentación, ambiente, enfermedades, etc.).

La capacidad de diversos factores exógenos para modificar el patrón de crecimiento determinado genéticamente, ha sido demostrado en numerosos estudios clínicos y experimentales. La influencia de la nutrición ha sido el factor mejor estudiado.

Factores como los condicionantes genéticos, la vida intrauterina y el mismo acto de nacer, que van a marcar el rumbo definitivo del nuevo ser. Aunque esta impronta puede estar presente a lo largo de toda la vida, su expresión máxima tiene lugar en la infancia.

El desarrollo, por tanto, indica una maduración progresiva y la diferenciación de órganos y sistemas, que condicionan una creciente maduración funcional. Dentro de este concepto se pueden incluir el desarrollo o maduración ósea, el desarrollo sexual, el dentario, el psicomotor y el químico.

¿Procesos simultáneos?

El crecimiento se evalúa más fácilmente que el desarrollo. Ambos progresan al unísono, pero a veces hay desarrollo con poco aumento de tamaño o bien un crecimiento rápido con escasa diferenciación funcional. El crecimiento se mide y se limita por la medición de la estatura, pero es mucho más complejo.
A la vez que se alcanza la talla permanente, el organismo adquiere el volumen y la forma definitivos, es decir, el peso, el desarrollo sexual y el modelado de los rasgos morfológicos que hacen a cada individuo distinto de los demás.

Durante la vida intrauterina y el primer año de vida el aumento de talla y perímetro cefálico es extraordinariamente rápido, con posterioridad el crecimiento es proporcionalmente menor hasta la adolescencia, periodo en el que se produce un importante avance del crecimiento, cambios en la composición corporal y en los procesos madurativos.

Así pues, el niño es un ser en "continuo cambio" tanto en su crecimiento, como en su desarrollo y maduración; el niño, además, presenta peculiaridades anatómicas, fisiológicas, metabólicas e inmnunológicas que van a estar en íntima relación con sus necesidades nutritivas.

Además, como "ser dependiente", no sólo tiene que enfrentarse a problemas específicos de integración y adaptación psicosocial, sino que también precisa los cuidados maternos para sobrevivir.